domingo, 14 de diciembre de 2014

10 CLAVES PARA APRENDER A INTERPRETAR

Por: Daniel Cassany
daniel.cassany@upf.edu

Algunas reflexiones para empezar…

Los textos escritos se parecen mucho a las conversaciones. Todos podemos hablar y lo hacemos explicando las cosas desde nuestro punto de vista: decimos lo que nos conviene, ocultamos detalles que nos perjudican, destacamos lo que nos interesa, defendemos nuestra opinión, exageramos… e incluso a veces se miente y engaña, como sabemos. Al escribir y leer no somos mejores.

Algunos textos han superado fuertes controles de calidad y podemos confiar en que aportan datos ciertos e importantes. Es el caso de los libros que encontramos en una biblioteca, de las webs de instituciones públicas (gobiernos, universidades) o algunos periódicos de prestigio. Pero incluso estos escritos adoptan siempre una perspectiva: ni dan toda la información, ni incluyen todas las opiniones ni pueden atender los intereses de cada lector.

Muchos otros escritos se publican sin control de calidad y pueden despertar desconfianza. Es el caso de muchas páginas en Internet (webs de empresas, blogs personales, foros temáticos), de los anuncios comerciales o incluso de algunas revistas, periódicos y libros no contrastados. No siempre sabemos de dónde procede la información, qué grado de veracidad tiene o qué intereses persiguen su autor o la organización que ha pagado la publicación.

Por todo ello, al leer no basta con comprender lo que se dice, sino que debemos interpretarlo. Interpretar significa aquí valorar críticamente el texto: darle el sentido real que tiene en nuestra comunidad y utilizarlo provechosamente en nuestro día a día. Implica tener respuestas para preguntas como: ¿es cierto?, ¿me fío?, ¿lo pongo
en práctica?, ¿estoy de acuerdo?, etc.

En este artículo explicaré 10 claves para aprender a interpretar cualquier texto.
Son preguntas generales que puedes hacerte al leer: te ayudarán a recordar que un texto, además de transmitir información, también es una herramienta que utiliza un autor para conseguir un propósito.

1. ¿Quién es el autor?

Puede ser una persona (en una columna de opinión), un grupo de amigos (una invitación), un equipo de profesionales (en una noticia, un artículo científico) o toda una institución (en la web de un Ayuntamiento) o un país (en la constitución española). Siempre hay “alguien” detrás de un escrito. Incluso los anónimos fueron escritos por personas de carne y hueso, que en este caso se esconden. Conocer al autor permite contextualizar mejor su texto: busca información de él o ella en Internet o en la biblioteca; investiga quién es, dónde trabaja, qué ha publicado antes, cómo ve el mundo, qué piensan de él o ella otras personas que conozcas y que te merezcan confianza.

2. ¿Qué pretende?

Es la pregunta más importante. Escribir es laborioso y si alguien se ha tomado la molestia de hacerlo es porque pretende algo: convencernos de una propuesta (despenalizar el aborto), difundir una idea (usar condón en las relaciones sexuales), criticar a alguien (el presidente), etc. Pregúntate por qué el autor escribió eso (es de izquierdas, es responsable) y qué intereses tiene (milita en el mismo partido, quiere conservar su posición). Además, es habitual que existan otros autores (de derechas, la Iglesia católica) con propósitos opuestos (no al aborto o al condón, defender al presidente). Averigua qué otros autores existen y cuáles son sus intenciones alternativas: conocer el entramado de autores y propósitos te ayudará a situar cada texto.

3. ¿Dónde y cuándo se ha publicado?

Fíjate en la editorial, en el periódico o en la web en que se ha publicado el texto; averigua qué otras actividades hacen, en qué ámbitos o sectores de la sociedad se mueven, quién es su dueño (grupo empresarial o político, multinacional). Presta atención a la valoración social que se hace de ellos: ¿es un periódico serio o sensacionalista?, ¿es la web de una universidad reconocida, de una organización sin ánimo de lucro o de una secta proselitista?, ¿es una editorial de prestigio o comercial? Los textos heredan en parte los valores que tienen los medios en que se publican. Al analizar a los medios podemos entender mejor los textos particulares que han publicado.

4. ¿De qué tipo de texto se trata?

Nos rodean textos extraordinariamente variados: una ley, una noticia periodística, un rótulo comercial, una prédica religiosa, un artículo científico, una instrucción técnica, etc. Cada texto tiene sus funciones, su estructura y un lenguaje propios, y se usan solo en su contexto. Identifica el tipo de texto o género de que se trata y averigua si respeta sus convenciones más habituales. Por ejemplo, si se trata de una carta: ¿tiene membrete?, ¿el saludo se corresponde con la despedida? Si se trata de una argumentación: ¿cuál es la tesis?, ¿cuáles son los argumentos? A veces un autor se aparta de las convenciones establecidas para un género textual y eso es llamativo: ¿por qué lo hace?, ¿qué pretende?

5. ¿Qué tipo de información aporta?

Los textos aportan datos de naturaleza diversa: una noticia expone hechos empíricos y debe ser objetiva y detallada; una columna de opinión expone un punto de vista y debe ser clara y convincente; una ley y una norma detallan las reglas o los principios que deben seguirse y son precisos y evitan las ambigüedades; un artículo científico describe los resultados que aporta una investigación; un poema o un cuento crean historias y entretienen y emocionan. No confundas los diferentes tipos de información. Pregúntate: ¿hay datos empíricos u opiniones personales?, ¿proceden de la observación periodística, de la investigación científica, de alguna doctrina religiosa o de la imaginación del autor? Evalúa también la calidad de cada tipo de contenido: ¿la noticia es detallada?, ¿la columna de opinión aporta argumentos sólidos?, ¿la ley es clara?, ¿la doctrina está de acuerdo con mis principios?, ¿el cuento es original o emocionante?

6. ¿Qué datos se destacan y se minimizan?

No todas las posiciones de un texto tienen la misma importancia: sabemos que el título enumera el tema, la idea principal o una referencia relevante; que el primer párrafo y el último son especiales. En un periódico, son más caros los anuncios de la página derecha y de la parte superior que los de la izquierda y de la parte inferior, porque el lector los lee en primer lugar. También al leer prestamos más atención a las primeras frases de un párrafo o a los sujetos de las oraciones, que son quienes protagonizan las acciones. Los autores hábiles suelen aprovecharse de ello para destacar lo que les interesa en las posiciones relevantes y para minimizar o esconder lo que no les conviene en el resto de posiciones. Entonces: ¿cuáles son las posiciones importantes del texto?, ¿qué ideas quiere destacar el autor?, ¿por qué?

7. ¿Qué es lo que se da a entender?

Muchos textos comunican ideas y puntos de vista de manera implícita, con presuposiciones, ambigüedades o dobles sentidos; a menudo estas ideas son tan importantes como el resto o incluso más. Fíjate en estos ejemplos: al decir es catalán pero muy vago se está presuponiendo el tópico de que los catalanes son trabajadores; al decir Martín intentó de nuevo dejar de beber se da a entender que Martín ya había bebido antes y que había intentado dejarlo sin éxito (además de sugerir que tiene problemas con la bebida); también, al decir el Betis no pudo marcar 3 goles (en vez de decir simplemente el Betis marcó 2 goles) se está presuponiendo que los 3 goles eran importantes para conseguir un objetivo (ganar un partido, una eliminatoria, etc.). Analiza los implícitos que hay en el texto: ¿qué puntos son ambiguos?, ¿qué cosas se dan a entender?, ¿qué importancia tienen?

8. ¿A quién se cita y a quién no?

Ningún texto está solo. Cada escrito se conecta con otros: toma ideas de textos precedentes; utiliza palabras de otros autores; argumenta en contra de otras opiniones. Lo hace de manera explícita, denominando al autor y poniendo entre comillas sus palabras, o de manera implícita, copiando o parodiando las ideas y las palabras sin destacarlos. Esas citas ejercen varias funciones: otorgan autoridad al texto (al citar a alguien importante o a una ley), lo relacionan con una corriente de pensamiento (al citar a un autor significado en este sentido), critican una opinión (al citar a un contrario) o incluso ironizan o satirizan algo (al citar con humor). Conviene tener presente que las palabras citadas no siempre tienen el mismo significado que tenían en el texto original. Lee atentamente el texto e identifica las ideas y las palabras procedentes de otros escritos y autores: ¿son explícitos o implícitos?, ¿qué función desempeñan?

9. ¿Qué palabras utiliza el texto?

El autor ha elegido unas palabras y ha descartado otras y eso puede darnos pistas, porque las palabras cargan con las connotaciones del día a día. Fíjate en las diferencias que hay al escribir los alumnos o los alumnos y las alumnas o el alumnado; tampoco es lo mismo leer las mujeres de la limpieza o el personal de limpieza, moros o árabes, negro o africano; tampoco dice exactamente lo mismo referirse a las islas Maldivas o a las Falkland o al descubrimiento de América y la invasión europea. Fíjate en las palabras que usa el texto: ¿cuáles te sorprenden?, ¿por qué?, ¿qué palabras usarías tú para decir lo mismo?

10. ¿Cuál es tu opinión?

No confundas comprender un texto con estar de acuerdo con el contenido, con lo que dice. Muchos textos que podemos entender bien pueden expresar ideas opuestas a las nuestras, pueden utilizar un lenguaje que nos disguste o incluso despertar sensaciones desagradables. Por ello, es importante que tengas claras tus propias ideas y sensaciones y que las contrastes con las del texto: ¿te gusta o no?, ¿estás de acuerdo?, ¿en qué puntos discrepas?, ¿cómo lo explicarías tú?
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En resumen, recuerda la comparación que hacía al principio entre los escritos y las conversaciones. Podemos leer con respeto y atención cada texto, del mismo modo que escuchamos educadamente a nuestro interlocutor y participamos en las conversaciones de manera constructiva. Pero eso no significa que nos creamos todo lo que se dice, ni lo que se escribe. Interpretar un texto significa darse cuenta del valor que tiene su contenido en nuestra vida y en nuestro entorno.

ALGUNAS SUGERENCIAS PARA LA REDACCIÓN DE ENSAYOS

Dra. Zobeida Ramos ©
¿Sabe usted lo que es un ensayo? Probablemente hasta la presente fecha habrá leído muchos y disfrutado algunos sin tener mayor referencia sobre ellos. Para su referencia, buena parte de los artículos opináticos que por ejemplo aparecen en nuestra prensa diaria, son ensayos. Excelentes, los elaborados por el Dr. Arturo Uslar Pietri, en mi opinión.
¿Qué es un ensayo?
Un literato diría que un ensayo es el ejercicio de contemplación de un objeto específico. El ensayo evidencia la experticia del escritor para pensar y describir, ordenar sus ideas y extraer conclusiones, imaginar y en ocasiones generar conocimiento, de manera tal que se evidencie el manejo del tema sin caer en lo "ilustre", y se presenten opiniones sustentadas por argumentos firmes. Para concretar y con la finalidad de clarificar lo que es un ensayo a los fines de la asignación que le tocará elaborar podemos indicarle que es un texto en prosa, generalmente breve, en el que se expone, analiza y comenta un tema desde un punto de vista muy personal. Muchas son las ventajas y los atractivos de un ensayo:
· Su agilidad: sencillez productiva, capacidad de comunicar en forma directa la importancia de las ideas presentadas en formas que no requieren el uso de fórmulas, cuadros o gráficos.
· Su brevedad, lo cual significa que se intenta únicamente hacer como un corte pero lo más profundo posible, para absorber de éste el máximo sustento.
· El intercambio que se establece entre el ensayista y el lector, y entre el ensayista y los diversos autores. El escritor se dirige a un público no necesariamente especializado para quien interpreta un tema.
· El carácter persuasivo del ensayo, con el cual el ensayista impulsa sus ideas para convencer sobre ciertas posiciones con respecto a los hechos.
En un ensayo se trata un solo tema, ya que si intentamos discutir varios tópicos simultáneamente corremos el peligro de perder el foco de lo que se quiere discutir, y en consecuencia distraer la atención del lector. Por ejemplo, el diario
1. ¿Cuáles son los elementos de un ensayo?
Un buen ensayo, como todo buen discurso requiere la exposición organizada de ideas. Para ello podemos orientarnos siguiendo el siguiente esquema:
A) Introducción o iniciación. En ella se define el tema y el objetivo o el propósito del ensayo. Como ejemplo del objetivo que pudiera perseguir el tema antes indicado ser analizar las posibilidades de éxito de los sistemas de instrucción a distancia en contextos caracterizados por la limitación de recursos económicos.
B) Desarrollo. Contiene la exposición y análisis de ideas, destacando las posiciones personales e ideas propias, debidamente sustentadas. Éstas se presentan de acuerdo al modelo que determine el autor: cronológico, causa efecto, comparativo, de lo particular a lo general o viceversa.
Es recomendable identificar las ideas alrededor de las cuales se elaborarán los párrafos. Para organizar las ideas que se desarrollarán en cada párrafo, podría ser de utilidad el siguiente es quema:
• Idea central del párrafo 1________________________________
• Idea central del párrafo 2________________________________
• Idea central del párrafo 3________________________________
• Idea central del párrafo 4________________________________
Asimismo es importante tener en mente que la esencia del ensayo es dar nuestro punto de vista sobre un asunto, enriqueciéndolo con aportes de diversos autores, ideas o ejemplos.
C). Recapitulación, conclusión o cierre. Este es el momento en el cual se repasan los aspectos fundamentales del ensayo y se presentan las conclusiones a las cuales llega el ensayista. En este apartado pueden, además, darse algunas sugerencias de solución, y proponer líneas de análisis para posteriores escritos. Una buena conclusión tiene las siguientes características: resume los puntos sobresalientes del ensayo, destaca su visión original, y es breve pero acertada. "Lo bueno, si breve, dos veces bueno" dicen los expertos.
D). Bibliografía. Muchos ensayos no requieren la enumeración de las referencias utilizadas, mas éste no es el caso dadas las exigencias del trabajo a consignar para la evaluación de esta unidad curricular. La bibliografía a presentarse debe estar conforme a las indicaciones de la APA (American Psichology Association, en su quinta versión). El siguiente esquema puede ayudarle a organizar su ensayo:
Partes del ensayo Aspectos considerados
1. Introducción o iniciación
2. Desarrollo
3. Recapitulación,
4. Conclusión o cierre
2. ¿Qué aspectos deben considerarse para la redacción del ensayo?
Partiendo de la idea de que un ensayo es un texto de poca longitud, la redacción del mismo es un aspecto de gran relevancia para lograr que el lector se motive a leer el texto, se informe, el autor persuada a su favor, el lector reflexione, y tenga elementos para fijar una posición personal en cuanto al tema tratado.
Para ello deberemos considerar las indicaciones que se relacionan con el correcto uso del lenguaje, las cuales se relacionan básicamente con la claridad y precisión del mismo, pero sin perder la elegancia para transmitir las ideas. La forma demanda sencillez y cuidada la rigurosidad en cuanto a la presentación de opiniones.
El fondo se relaciona con el contenido del discurso, y exige la presentación de información en forma precisa, y rechazando al mismo tiempo el detallismo superficial. El texto, en conjunto, debe deleitar o conmover. Debe evitarse la repetición, la vaguedad, la inconsistencia. Con ese fin se hace necesario investigar, escribir y revisar lo redactado tantas veces como sea necesario.
En síntesis, el estilo deberá ser genuinamente didáctico, sobrio, sencillo, sin afectación, y sin acusar otras preocupaciones más que la precisión en cuanto a la expresión de las ideas, el orden en cuanto a la secuencia de ideas discutidas, y la claridad de los planteamientos formulados. Se recomienda escribir oraciones cortas, porque las largas dificultan su lectura y la comprensión de las ideas presentadas.


¡¡¡Importante!!!: No apropiarse de ideas ajenas. De el crédito a las personas que lo merecen, citando, al pie de página, la fuente de la información.

PAUTAS PARA ANALIZAR UNA PELÍCULA

Por: Joseba Zuñiga
Cada vez que recomiendas una película a tus amistades, o les cuentas lo que te ha parecido, 
te conviertes  en un crítico improvisado. El crítico, antes de nada, es un espectador. Quizás
 un espectador que mira con  otros ojos. Por eso, para ejercer como crítico, el mayor secreto
 es saber mirar. ¿Pero en qué consiste ese  ‘saber mirar’? Podemos reparar en ciertas pautas
 y consejos.
· Ver la película con ojos críticos:
- Ver la película no es suficiente. Hay que intentar verla con otros ojos, y analizarla con 
espíritu crítico,  para comprender sus mensajes y valores.
- Es interesante ver otras películas del mismo director, anteriores y posteriores, para 
conocer  el papel de la película en su trayectoria.
· Analizar el argumento:
- Después de ver la película resulta conveniente hacer un esquema del argumento, y 
elaborar  una sinopsis de la idea que se quiere trasmitir.
· Forma y estructura cinematográfica:
- El guión: Hay que valorar su estructura: por ejemplo, si está bien resuelto, si hay detalles 
importantes “traídos por los pelos”, si empieza bien pero pierde fuerza a lo largo 
de la película,  o viceversa... y claro, el final.
- Los actores y su interpretación: si resultan convincentes en sus papeles, etc.
- Elementos estéticos: la Fotografía, el Vestuario y la Ambientación, la Música y 
la banda sonora,  la calidad del sonido.
- La estructura narrativa, debida a la mano del director: Hay que valorar los elementos
 propios del lenguaje del cine, como el tipo de planos, encuadres, movimientos de
 cámara, el montaje de  las secuencias. Por ejemplo, una película rodada con la cámara
 en la mano, que sigue constantemente a los actores, da una sensación muy distinta que
 una película donde todo sucede de forma pausada. La primera transmite urgencia y 
nerviosismo, y la otra, sosiego. 
Aunque, puede que la segunda resulte realmente aburrida y la primera nos llegue a 
sacar de quicio.
· El contexto:
- La ficha técnica es un instrumento útil y fácil de conseguir. Allí se recogen los datos
 más destacados de la película: país de origen, duración, quiénes son el director, los
 actores, productor, guionista, autor de la música, o director de fotografía. Muchas
 veces estos datos no nos dicen nada,  pero conforme aumentamos nuestro “poso” de
 saber cinematográfico, algunos de estos datos nos  orientan, y nos dan pistas sobre 
la película.
- El contexto cinematográfico en que surgió la película: buscar las claves de la sociedad 
en que  se rodó; así como las corrientes, géneros y gustos cinematográficos de la época
- El contexto de la historia narrada: histórico, social, musical, o incluso en lo referente
 a los valores del momento reflejado.
· Las emociones:
- Expresar las sensaciones y emociones inmediatas que nos ha sugerido la película.
 (malas o buenas)
- Profundizar en los sentimientos provocados por la película, y su origen: los actores,
 la forma de la narración, la estructura del guión, etc.
- Tratar de explicar la experiencia humana que propone la película.
· Esbozos para la reflexión:
Humildad:
Dicen que los profesores enseñan aquello que realmente no saben hacer. Quizás con
 los críticos pase algo parecido. ¿Hay mucho cineasta frustrado detrás de algunos
 críticos de cine? Por eso, ante todo, humildad. Antes de criticar una película,
 piensa en todo el trabajo que hay detrás, guionistas, actores, director, largas jornadas
 de trabajo en equipo. Sacar adelante una película, especialmente en nuestro entorno, 
es todo un reto que merece mucho respeto.
· Distinguir entre opinión e información.
Cada vez es más difícil. Hay quien llega a considerar una película como interesante
 por el hecho de aparecer machaconamente en la TV. En muchas ocasiones, la cadena “produccióndistribución- exhibición”  está en las mismas manos. Esto provoca que 
los medios contribuyan a la propaganda más que  al análisis o la crítica. ¿Qué papel le 
queda a la crítica cinematográfica independiente?
· Ver sin prejuicios.
Todas las personas tenemos nuestros gustos. Sin embargo, ver cine sin prejuicios nos
 permite estar  abiertos a que las películas nos sorprendan. Tenemos la experiencia de 
ver películas sobre temas  que nos gustan, pero que luego nos defraudan; o viceversa, 
películas cuyo planteamiento inicial  no nos seduce mucho, pero que gracias a sus
 actores, la narración o la forma de abordar el tema, nos dejan un inmejorable sabor de boca.
· Los géneros:
Los géneros cinematográficos son unos útiles rediles donde ubicar las películas.
 Clasificar una película  en un género es simplificar las cosas, pero el espectador que
 busca una orientación, lo agradece. 
En general, los géneros ofrecen unas reglas de juego: las propias del género. Si la 
película las  cumple a la perfección y con ingenio, el filme será un verdadero placer, 
pues el espectador entra  en el juego y acepta sus normas.
· La crítica es para otros.
El fin de la crítica es orientar a otras personas. No podemos mirarnos al ombligo, el
 lector no  espera eso del crítico. El espectador en potencia lee las críticas para elegir
 una sola película de  entre todas las que hay en la cartelera, y además, quiera acertar.
 El objetivo es ayudarle a elegir.

GUIA PARA ELABORAR UNA RESEÑA ANALITICA

Por Tony De la Cruz Restrepo
La reseña analítica es un documento científico secundario, en el cual se expone los resultados contenidos en un documento primario, mediante un procedimiento metódico y sistemático. La finalidad principal de la reseña analítica es presentar al lector eventual la tesis central o el planteamiento principal de una obra reseñada, tratando de resaltar su interés o banalidades, los hallazgos y las lagunas de la obra objeto de estudio. De igual manera vales destacar que la reseña analítica como género literario de la vida académica, es el medio por el cual los estudiantes desarrollan habilidades de lectura, escritura y de pensamiento crítico. Su estructura debe contener por lo menos: 1. Identificación y contexto, 2. El plan de exposición y su desarrollo y 3. El balance crítico, los cuales detallamos a continuación:

1. IDENTIFICACIÓN Y CONTEXTO

En la primera parte el reseñador debe brindar al lector información que garanticen la identificación de la obra y el contexto en que se produjo, para ello es necesario precisar lo siguiente:
1.1 Título:
1.2 Autor y su competencia: se trata de identificar quien es el autor del documento y cuál es su prestancia intelectual. Preguntas orientadoras: ¿Quién es el autor? ¿Qué autoridad tiene sobre la temática?
1.3 Propósito del autor: usualmente se halla en los primeros párrafos de la introducción y pueden iniciar así: “El objetivo de este artículo…”; “El propósito del presente ensayo…”; “Este libro intenta…" o a veces son menos directos. Preguntas orientadoras: ¿Cuál es el objetivo planteado por el autor de manera explícita o implícita?
1.4 Influencia histórica e intelectual: define la circunstancia y la coyuntura en que apareció la obra. Preguntas orientadoras: ¿Cuál es el contexto histórico e intelectual en que se produjo la obra?
2. PLAN DE EXPOSICIÓN Y SU DESARROLLO
En la segunda parte el reseñador debe introducir al lector en el contenido y el procedimiento de razonamiento. El reseñador al destacar estos aspectos debe ser respetuoso con el pensamiento del autor y con la complejidad de sus argumentos, evitando desfigurar sus planteamientos. La información necesaria para este propósito es la siguiente:
2.1 Palabras claves: son expresiones o frase que aparece el texto que pueden determinar de lo qué trata el texto en particular. Preguntas orientadoras: ¿Cuáles son las palabras que describen las ideas columna del documento?
2.2 Descripción del documento: Es una representación abreviada y precisa del contenido del documento, sin interpretación critica y sin expresa del reseñador. Preguntas orientadoras: ¿Qué es lo que dice el documento?, ¿Cuáles son las ideas principales expresadas en cada una de las partes del documento?
2.3 Tesis central o el planteamiento principal: es el enunciado o postura que el autor del documento pretende exponer, o demostrar. Preguntas orientadoras: ¿Cuál es el enunciado o postura, que se defiende y mantiene con argumentos y razonamientos?
2.4 Elementos de la demostración o sustentación: se trata de destacar los puntos fuertes de la demostración. Preguntas orientadoras: ¿Cuál es el hilo conductor y las diferentes articulaciones de la demostración de la tesis propuesta?
2.5 Metodología de la exposición: se refiere a los recursos de que se vale un autor para desarrollar su discurso: pedagógico, didáctico, demostrativo, explicativo. En cualquier caso se debe argumentar el recurso utilizado por el autor. Preguntas orientadoras: ¿Cuál es el recursos (pedagógico, didáctico, demostrativo, explicativo) de de que se vale un autor para desarrollar su análisis?
3. BALANCE Y JUICIO CRÍTICO
En la tercera parte el reseñador debe evaluar de manera personal el documento en su conjunto, destacar sus cualidades y defectos. No se trata de elaborar un listado de indulgencias o descalificaciones sino de emitir juicios críticos argumentados para llamar la atención sobre la originalidad, una incoherencia, un hallazgo, una laguna, una contradicción. La información necesaria para este propósito es la siguiente:
3.1 Balance: busca identificar los puntos más importantes o críticos del documento con miras a emitir un juicio crítico. Preguntas orientadoras: ¿Qué lecciones nos deja?, ¿Qué vale la pena destacar?, ¿Cuál son las cualidades y los defectos de los planteamientos del autor?, ¿Dónde radica el valor y la importancia de las ideas del autor?
3.2 Juicio crítico: es una valoración argumentada sobre la obra en su conjunto. Preguntas orientadoras: ¿Cuál es su originalidad?, ¿Qué hallazgos revela?, ¿Qué interrogantes surgen?, o ¿Acaso es un documento marginal?
Recomendaciones
Antes de la lectura
1. Indagar quien es el autor y su trayectoria intelectual

(Biografía, campo de estudio y producción intelectual)

2. Conocer la fecha de publicación de la primera edición

(Identificar la coyuntura política, social e intelectual).

3. Realizar una lectura rápida a la introducción y las conclusiones

(Conocer el propósito de la obra)
Durante la lectura
1. Realizar una lectura comprensiva del documento.

(Analizar que dice el autor y como decir).

2. Precisar el planteamiento principal y su desarrollo.

(Conocer la articulación de las ideas segundarias)

3. Valorar las cualidades y los defectos de los planteamientos del autor

(Inventariar los logros y defectos de argumentos)
Después de la lectura
1. Responder las preguntas formuladas en la guía de la reseña analítica)

(Mapear los argumentos y redactar resúmenes)

2. Reflexionar sobre los principales argumentos del documento.

(Chequear la tesis central o el planteamiento principal y su desarrollo

3. Elaborar la reseña analítica.
EJEMPLO DE CÓMO HACER UNA RESEÑA ANALITICA
1. IDENTIFICACIÓN Y CONTEXTO
1.1 Título: El hombre en busca de sentido
1.2 Autor y su competencia: Viktor Emil Frankl, psiquiatra reconocido y autor de varias obras
1.3 Propósito del autor: "Mi intención es describir, desde mi experiencia y mi perspectiva de psiquiatra, cómo el prisionero normal vivía la vida en el campo y cómo esa vida influía en su psicología".
1.4 Influencia histórica e intelectual: II Guerra mundial
2. DESARROLLO DEL PLAN DE EXPOSICIÓN
2.1 Palabras claves: Holocausto, Logoterapia, sentido de la vida, libertad interior.
2.2 Descripción del documento: En la obra El hombre en busca de sentido, Viktor E. Frankl explica sus vivencias en un campo de concentración, la cual le llevó al descubrimiento de la logoterapia, método tomado a partir del hombre que lo ha perdido todo (familia, deseo, expectativas). Prisionero, durante mucho tiempo, en los desalmados campos de concentración, él mismo sintió en su propio ser lo que significaba una existencia desnuda. ¿Cómo pudo él que todo lo había perdido, que había visto destruir todo lo que valía la pena, que padeció hambre, frío, brutalidades sin fin, que tantas veces estuvo a punto del exterminio, cómo pudo aceptar que la vida fuera digna de vivirla?. En tal sentido analiza al ser humano en el rigor de una existencia desnuda. La obra está dividida en dos partes. En la primera describe sus experiencias en un campo de concentración, a través de tres fases: el internamiento en el campo, la vida en el campo, y después de la liberación. En la segunda parte, enuncia los conceptos básicos de logoterapia.
2.3 Tesis central o el planteamiento principal: Al hombre se le puede arrebatar todo excepto una cosa. Su libertad para elegir la actitud que va a adoptar para enfrentar cualquier situación y decidir su propio camino.
2.4 Elementos de la demostración:
2.5 Metodología de la exposición: Esta obra superficialmente se ve como una experiencia autobiográfica pero en realidad es un estudio psicológico del hombre ante las diversas torturas y atrocidades que vivieron los hombres durante la segunda guerra mundial, en los tiempos de los campos de concentración nazis. Viktor E. Frankl en este relato nos deja ver que el ejercicio de la libertad no sólo es elegir entre distintas opciones que se nos presentan en la vida sino también es comprender que existe otro modo no tan celebrado pero de una fecundidad humana y espiritual inmensa que es aceptar lo que no hemos elegido.
3. BALANCE Y JUICIO CRÍTICO
3.1 Balance: Algunas de las ideas claves que se desprenden de la lectura del texto son estas:
1. El ser humano es ante todo eso, un ser humano. 2. La única propiedad material del hombre es su temporal desnudez. 3. Ante la adversidad y el constante peligro, se pierde el temor a la muerte. 4. El primer indicio de “muerte emocional” es la apatía. 5. En situaciones especiales, las personas acostumbradas a la vida intelectual, resisten más la soledad y el aislamiento. 6. El amor es la meta más alta a la que aspira el ser humano, la salvación del hombre es en el amor y a través del amor. 7. El amor trasciende el físico,…y encuentra su mayor significado en su propio espíritu, en su yo íntimo. 8. La imaginación recrea los hechos pasados. 9. Cuando la vida interior se hace intensa, la belleza del arte y la naturaleza se siente como nunca antes se había sentido.10. El buen humor es algo envidiable y es el arma con la que el alma lucha por sobrevivir. 11. El dolor, sea poco o mucho, invade toda el alma. 12. Ante el dolor, la “felicidad negativa” se centra en la liberación del sufrimiento. 13. En época de sufrimiento la vida es el valor más preciado. 14. Cuando uno se convierte en un número, la vida de un número es irrelevante. 15. No importa lo que esperemos de la vida sino que es lo que la vida espera de nosotros. 16. -Nadie nos puede redimir del sufrimiento ni sufrir en nuestro lugar. 17. Es necesario saber sufrir con orgullo y no de manera miserable, incluso, si es necesario, también saber morir.
3.2 Juicio crítico: Este libro presenta el proceso psicológico, generalmente inconsciente, que el hombre desarrolla para darle sentido a su vida, como lo anticipa su nombre. La riqueza del libro versa en la forma en que el autor lo percibe, ya que descubre la diferencia de actitud que existe entre aquellos que deciden sobrevivir a su tormento y aquellos que deciden morir en el campo de concentración. Se trata de una diferencia existencial entre aquellos que cambiaron su ración de pan por un par de cigarrillos, lo cual no representa solo un trueque, sino una determinación hacia la vida o la muerte.
Se trata de una obra que puede parecer muy dura, ya que describe en forma muy detallada las sus vivencias en Auschwitz, pero es una invitación a la reflexión sobre aquellas cosas que nos importan en la vida, aquellas que nos llevan a levantarnos día a día a estudiar o trabajar, aquellas cosas por las cuales nos convencemos de que realmente vale la pena estar vivo (que pueden ser mentales y manifiestas, o espirituales y no manifiestas). El hombre en busca del sentido es, sinceramente, un libro muy bueno e interesante que te recomiendo leer, ya que te brinda la posibilidad de replantear la escala de valores que rigen tu vida, y acomodar tu rutina y tu accionar diario a su nueva estructura. No es difícil de leer, ya que se trata de la historia del mismo Viktor Frankl, y no de la logoterapia como escuela de la psicoterapia.

LA SANTA MARTA INVISIBLE DE LA COLONIA: Anotaciones sobre la presencia de la población negra en Santa Marta Por: Tony Alberto De la Cruz Restrepo

Abandoné mis lugares 

marcando los sitios que dislocan el olvido.

Alejandro D Marinovich 



La historiografía sobre la Santa Marta colonial, hasta la aparición de los estudios de la Escuela de Sevilla de Historia, mostró gran preocupación por conocer la presencia y la voz de aquellos individuos que tomaban las decisiones, bajo las cuales la ciudad tenía que vivir. En tal sentido documentó la entrada y la salida de los conquistadores, la perseverancia de los colonizadores, las calamidades provocadas por la piratería y otros aspectos de la ciudad relacionados con el poder y sus autoridades. De esta forma, a la ciudad le quedó faltando la voz y el rostro de la gente del común, en especial de los negros africanos y sus descendientes, quienes abrieron caminos, sembraron los campos, criaron el ganado o se desempeñaron como servidores domésticos; es decir, aquella gente que a decir de Vilhelm Moberg ; integraban las filas de los hombres y mujeres “invisibles” a los ojos de la historia, los cuales, paradójicamente, constituyeron la misma gente que ha hecho posible la historia “visible”. 



En esta perspectiva, la historia colonial de Santa Marta ha sido escrita y repetida sólo a la presencia y el encuentro de dos culturas: la indígena y la española, mientras que la tercera cultura, la africana, no se resalta porque su historia ha sido escrita con tinta invisible. Sin embargo durante los últimos 20 años el interés por estudiar la población negra de la ciudad ha adquirido relevancia, a pesar que la tarea no es fácil porque la documentación al respecto es muy fragmentada y la temática ha sido soslayada por los historiadores. Con este preámbulo intentaré un acercamiento al conocimiento sobre la presencia de la población negra y sus descendientes en Santa Marta durante la Colonia, sin embargo muchos interrogantes quedarán pendientes y otros aspectos continuarán suspendidos.



Las primeras noticias 



La presencia del negro en la Gobernación de Santa Marta, data desde los comienzos del siglo XVI como lo demuestran diversos documentos de la época. Por ejemplo se conoce que con Rodrigo de Bastidas en la fundación de la ciudad, llegaron unos cuantos negros en 1525; así mismo, se sabe que en la expedición de García de Lerma en 1530 figuraban algunos negros. También existen documentos donde afirman que Pedro Fernández de Lugo , en 1536 trajo a la Gobernación de Santa Marta 100 esclavos negros. De igual manera, está demostrado que el primer palenque en tierra firme del cual se tenga noticia, se conformó en los alrededores de Santa Marta, denominado como el palenque La Ramada , de donde salieron algunos negros esclavos e incendiaron la ciudad de Santa Marta en 1529. 



Por otra parte, es bien conocido que Santa Marta durante sus primeros cien años no tuvo un carácter de asentamiento definitivo sino de plataforma para la entrada de los conquistadores hacia el río Magdalena y las rutas de penetración hacia el interior del país; sin embargo, una mirada a dichas expediciones deja al descubierto la introducción de esclavos negros por estos conquistadores. Al respecto el cronista Antonio Herrera registró la magnitud de la presencia negra en la ciudad hacia 1550 en los siguientes términos: “había tantos negros en la Gobernación de Santa Marta que se vivía con ellos tanto descuido y poco recato, en dejarlos usar armas, a las cuales son muy inclinados que con su natural soberbia determinan algunos pocos de mayor entendimiento, preciándose de valientes y galanes, de salir de la esclavitud (creyendo que a su placer podrían vivir entre los indios) y convocando a otros, como es gente bestial, sin otro discurso que acudir al llamamiento de aquellos de su color, a quien tienen estimación, respeto, obediencia y se juntaban”. 



Del mismo modo, se conoce que cuando Pedro de Cárcamo fundó la población de Nueva Sevilla en 1592, en el actual territorio del municipio Zona Bananera del Magdalena, se propagó en la región el rumor de la existencia de abundante oro en el río del mismo nombre, por lo cual más de 500 negros traídos de Zaragoza y Riohacha fueron llevados a esa población, y en Santa Marta no quedó negra cocinera, ni lavandera que no fuese a gozar de su cosecha . 



Y siguieron llegando 



Esta presencia fue aumentando con el correr del siglo XVII, cuya estimación resulta extremadamente difícil puntualizar debido, entre otras razones, al desembarco de negros introducidos por contrabando mediante el soborno de las autoridades del puerto de Santa Marta. Una muestra de este comercio lo constituye la acusación que se le hizo a Luis Coronado en 1619 por permitir la llegada a Santa Marta de dos pequeños navíos sin licencia: uno de Guinea y otro de Angola, con 50 y 60 negros cada uno, y la comunicación de Juan de Orozco , tesorero de la ciudad, dirigida al Rey el 28 de agosto de 1631 informándole que a Santa Marta llegaron navíos cargados con 400 esclavos y solo declararon 100. 



De los numerosos navíos de esclavos introducidos legalmente por el puerto de Santa Marta, vale destacar solo los que transportaron una cantidad de cierta consideración. De acuerdo con Vila Vilar en 1609 llegaron las embarcaciones conocidas como Nuestra Señora de la Concepción y San Martin, procedentes de Guinea con 37 y 46 esclavos respectivamente; en 1613 el navío San Benito procedente de Angola trajo 156 esclavos; en 1614 el navío San Antonio dejó 60 esclavos y en 1619 el navío Nuestra Señora de las Nieves vendió en Santa Marta 205 esclavos; en 1636 una nave sin registro dejó 80 esclavos procedentes de Guinea; en 1638 entraron 60 esclavos procedentes de Angola y en 1640 llegaron 88 negros de Angola y 41 de Guinea. De estas cifras se puede deducir que el número de esclavos introducidos por Santa Marta va mucho más allá de lo que suponíamos. Según la misma Vila Vilar, el número de esclavos introducido por Santa Marta que pagaron derecho de aduana entre 1609 y 1640 alcanza la cifra los 800 esclavos. Al respecto es preciso aclarar que Santa Marta no fue una sociedad esclavista, pues su economía no dependía del trabajo del esclavo. 



Las rochelas y los palenques 



La llegada de los africanos a la Gobernación de Santa Marta trajo consigo la reacción contra la esclavitud, y corrió pareja con los primeros desembarcos. Estas reacciones se pueden clasificar en dos grandes categorías: los arrochelados, confortados por los esclavos que huían, temporal, individual o colectivamente, en un intento por regular, mejorar o cambiar el trato que recibían dentro de la esclavitud, de las cuales podemos mencionar las de los ríos Don Diego y Palomino y la de Cuesta del Rosario, entre otros; y los palenques, constituidos por los esclavos que huían en una expresión de resistencia que se hizo efectiva cuando los esclavos fugitivos lograron conformar poblados fortificados en lugares agrestes para establecer colonias agrícolas independientes de los amos españoles. De estos últimos podemos destacar algunos que se formaron en las faldas de la Sierra Nevada: La Ramada (1529) y (1679), sin nombre (1630), sin nombre (1655), sin nombre (fecha desconocida), Santa Cruz de Masinga (1703), San Antonio de Guachaca (fecha desconocida). Don Diego (sin fecha conocida), Palomino (sin fecha conocida), Cuesta del Rosario (sin fecha conocida).



La actividad ofensiva de los negros cimarrones contra la ciudad estuvo materializada en acciones que fueron desde el incendio permanente de la ciudad hasta actuar en alianzas con los piratas, sirviéndoles de guías en el saqueo y la destrucción de la ciudad, estos acontecimientos obligaron a las autoridades a realizar varios acuerdos de paz con los palenques. Al respecto vale destacar la negociación que adelantó el Gobernador Alonso Varela con el palenque de San Antonio de Guachaca conformado por 62 negros. El negociador con los palenqueros fue el franciscano Fray Andrés de Pico, delegación que le hizo el gobernador debido a las buenas relaciones de este doctrinero con varios palenques de las faldas de la Sierra Nevada, entre ellos los de Masinga, Don Diego, Palomino y Cuesta del Rosario. 



Los hechos están acreditados por el mismo Fray Andrés de Pico; he aquí un fragmento de su testimonio: “Habiendo salido de esta ciudad a la reducción de los negros de dicho palenque (de San Antonio de Guachaca en jurisdicción de Santa Marta), con el favor divino lo conseguí trayendo a ella tres negros y un zambo y entre ellos el negro Francisco Barranco Pérez, capitán y cabeza principal de los otros negros nombrados, Ambrosio de Ibarra, Pedro Becera y Alarcony Martin de Ibarra, zambo criollo de dicho palenque y más participantes de ellos, los cuales por sí y en nombre de los demás de su palenque dieron rendimiento a nuestro rey… fueron padrinos de dichos negros el capitán don Domingo Pérez Ruiz y el otro capitán don Juan Álvarez de Ibarra quienes autorizaron el festejo… lo referido mediante el favor divino he conseguido con sumo y grande trabajo y con riesgo de mi vida” . El gobernador por recomendación concedió la fundación de dicho pueblo mediante la Real Audiencia el año 1710.



Los invisibles siempre han sido visibles



Nada más oportuno para tener una idea de la afluencia de la población negra y sus descendientes en Santa Marta, es analizar la composición étnica de la población. Un análisis al censo de 1793 permiten establecer que los esclavos negros en la ciudad de Santa Marta eran en realidad un grupo minoritario, conformado por 591 esclavos que representaban el 16.4% de los habitantes. Pero los blancos tampoco eran cuantiosos, solo alcanzaban un número de 499 habitantes que representaban el 13.9% de los habitantes. En cambio, los libres de todos los colores, es decir, los afrodescendientes: mulatos, zambos y mestizos, si eran considerables, ya que alcanzaban 2.490 habitantes, equivalente a un 69.1%, los cuales sumados a los esclavos sumaban 3.081 habitantes que representaban el 85.5% del total de la población. 



Este predominio de los afrodescendientes en la ciudad es destacado en los relatos de los viajeros que visitaron a Santa Marta. Carl Augusto Gosselman , por ejemplo, señala que “la población blanca de la ciudad era muy poca, en las calles se notaba más gente de piel negra y oscura”. En igual perspectiva se refiere Jhon Steuart al señalar que “en Santa Marta difícilmente una dieciseisava parte de la población 6% es de sangre blanca, una tercera 33% son criollos y mulatos, y el resto negros e indios”. La amplia mayoría de esta población afrodescendiente a finales del periodo colonial, tenían nombres españoles y un gran número de ellos apellidos hispano , lo cual es explicable por un efectivo proceso de aculturación desarrollado por las misiones religiosas católicas tuvieron en la ciudad. 



Una exploración a la débil economía agrícola de Santa Marta en el período colonial permite corroborar que los esclavos en su gran mayoría eran urbanos y desempeñaban actividades como artesanos, tenderos, sirvientes domésticos, marinos, zapateros y sastres , entre otros. Mientras que los esclavos rurales cumplían diferentes actividades relacionadas con la agricultura y la ganadería en haciendas como Santa Cruz del Paraíso, San Pedro Alejandrino, San Antonio del Piñón, Cañafístole y Minca para solo destacar algunas. Por su parte los afrodescendientes accedían a una gama de oficios mucho más amplia entre ellos la milicia. Al respecto Jonn Steuart , al describir la composición del ejército, señala que este era “mayormente de negros e indios, con oficiales blancos”. 



Los lugares de la memoria 



A comienzos del siglo XIX Santa Marta estaba conformada por dos distritos parroquiales, el de la Catedral y el de San Miguel, conformados por manzanas que eran atravesadas por calles alargadas y callejones con un espacio principal denominado plaza mayor. Las residencias de la ciudad eran de tres tipos: casas altas, casas bajas y cuartos; el interior de cada uno de estos espacios habitacionales se subdividía comúnmente en “dichas” y “accesorias”, lo cual indicaba que había una residencia grande que correspondía a la familia principal y otra donde vivían los esclavos. 



Entre los principales edificios de la ciudad que marcaban los poderes coloniales sobresalían la Catedral, la iglesia de San Miguel, el convento de los franciscanos, el de los dominicos y el de San Juan de Dios que servía como hospital, el seminario, dos cuarteles militares de infantería y artillería, la casa de gobierno, la aduana y el mercado público. Estos edificios señalaban los espacios para la interacción entre los diversos actores políticos, militares, religioso y económico. 



Los espacios públicos, en especial la plaza mayor y sus calles contiguas eran espacios de encuentro donde la mirada, el gesto y la palabra, marcaban el reconocimiento del lugar social de cada quien; espacios en los cuales los descendientes de los africanos no sólo se reconocían frente a los otros, sino frente a ellos mismos y donde se desarrollaba una especie de epistemología loca que era el soporte de su memoria colectiva.



En las afueras de la ciudad existían dos barrios: Tumba Cuatro y la Caja de Agua, donde predominaban los “solares”, y donde “habitaban los libres de todos los colores”. Una aproximación sobre estos barrios nos la ofrece Valiente Ospino , en los siguientes términos: “En las afueras de la ciudad abundan los ranchos de muros levantados de bahareque y techos de paja, formaban un conjunto de aspecto rústico, común del mulato, mestizo y la gente pobre. Estas viviendas se conformaban a lo sumo de dos espacios que servían de sala y dormitorio. La cocina, lugar de mayor permanencia de la familia, se ubicaba afuera, hacia el patio, sin paredes y con un sencillo hornillo. Al lado tenían una puerta para el ingreso de los animales, leña, frutos y agua”. 



Una deconstrucción necesaria 



En el mortero de este mestizaje la ciudad estructuró el modo de ser de sus hombres, en la práctica de su cotidianidad, en el urdimbre de las pasiones, el conflictos, el juego, la fiesta y los la monotonía del tiempo conjurado al vaivén de las hamacas y donde la impronta del negro sobresale en las formas estéticas, la cocina, el folclor, la lingüística y el sentir festivo y mágico-religioso. Impronta ésta de los afrodescendientes que ha estado ausente en la historiografía sobre la Santa Marta colonial. 



Por esta razón se hace necesario una deconstrucción del imaginario de la Santa Marta colonial elaborado por esa historiografía para poder avanzar en la comprensión de la ciudad como un todo, así como de las diferentes ciudades que ella integra y en esta dirección no se puede perder de vista el reclamo de Italo Calvino cuando advierte que “no se debe confundir nunca la ciudad con las palabras que la describen”.